lunes, 13 de agosto de 2012
a las
19:30
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imperfecta
Sabía que volvería por allí antes de emigrar para siempre. Se quedó relamiéndose las heridas en un claro del bosque, a la vista. Días, noches, ocasos, amaneceres. La vulnerabilidad hace crecerse a los rivales. Lo tienes todo ganado, amigo. Ven a por tu trofeo, rápido. Y entonces, ¡zas! Nunca te fíes de un animal herido, sigue siendo un depredador.
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